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Un llamado a repensar la bioeconomía y la economía misma
La visión moderna del mundo y en particular de la economía, tiene un componente estructural en el que se reduce la complejidad de la naturaleza, a contenedor de recursos, factor productivo, ente externo (a lo humano) proveedor de insumos; con la cual se da una relación básica de satisfacción de necesidades de consumo, crecimiento, competitividad y productividad. Esta desconexión vital fundamenta la idea de libertad individual, desincentiva la responsabilidad colectiva y desconoce la interdependencia que impacta nuestras formas de organización y creación de realidad, que finalmente es subjetiva y está retroalimentada por nuestra constante metabolización con el mundo exterior y con la vida.
La economía se ha puesto como “norte”, imponiendo en la sociedad una lógica de bienestar limitada al consumo, desde este paradigma es difícil visualizar que sus métodos y ontologías son reduccionistas comparados con el entramado de vida en el que se tejen flujos ecológicos, sociales, componentes no humanos, que interactúan permanentemente y dan forma a nuevas estructuras emergentes para que la vida se mantenga.
En este contexto surge la idea de bioeconomía, pero su significado hegemónico replica las estructuras de la economía convencional al centrarse en mercados y tecnología, negando sus orígenes en la economía ecológica planteada por Georgescu Roegen que la ponen mas cerca a la idea de “economías para la vida”, economías que se conciben como parte de un sistema mucho más complejo: la naturaleza, y por ello lo fundamental reconocer esta interdependencia.
Estas economías para la vida también se asocian a economías diversas y economías-otras fundamentales en países como Colombia, América Latina y en general en el sur, pues constituyen visiones que las alejan de las lógicas de bienestar basadas en consumo y paradigmas sustentados en mercados, crecimiento y acumulación, los cuales son considerados como base estructural de la crisis ambiental. Estas economías diversas y economías otras se asocian a economías campesinas, regenerativa, solidaria, cooperativa, popular, feminista, social, economías transformadoras, economías propias y economías-otras indígenas y afro, nos hablan de colectividad y cooperación más allá de competitividad, visiones relacionales y complejas más allá de las clásicas visiones duales y antropocéntricas de la economía que se enseña en la Universidades.
OBJETIVOS
UBICACIÓN DEL EVENTO
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Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá
Facultad de Ciencias Económicas